15 Apr
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En las últimas dos décadas el bum de los chips implantados en el cuerpo humano ha venido dando mucho de qué hablar.

Más personas se han sumado a la lista de los que desean que pronto sea algo global. El principal motivo es la seguridad y rapidez, varios promotores de estos diminutos aparatos afirman que es totalmente privado, no delata tu ubicación y es sumamente seguro.

Luego de la revolución de las computadoras en los 80s, hemos venido avanzado rápidamente, el mejor ejemplo son los teléfonos inteligentes, desde ellos podemos hacer trasferencias, comunicarnos con cualquier parte del mundo, compartir nuestra ubicación en tiempo real o transmitir en video cualquier evento en vivo. Algunas de estas funciones las podrimos hacer también con ciertos microchips, con solo extender la mano usted podría pagar, abrir una puerta o encender un auto.


Cada vez que Patrick Paumen paga algo en una tienda o en un restaurante causa un revuelo.

Este hombre de 37 años no necesita una tarjeta bancaria o su teléfono celular para pagar. En su lugar, simplemente pone su mano izquierda cerca del lector de tarjetas sin contacto y se realiza el pago.

"¡Las reacciones que recibo de los cajeros no tienen precio!" dice Paumen, un guardia de seguridad de los Países Bajos.

En 2019 le implantaron un microchip de pago sin contacto debajo de la piel.

"El procedimiento duele tanto como cuando alguien te pellizca la piel", dice Paumen.

El único riesgo real.


"Hay un lado oscuro en la tecnología que puede dar lugar al abuso. Para aquellos que no aman la libertad individual, abre nuevas y seductoras perspectivas para el control, la manipulación y la opresión", dice Nada Kakabadse, profesora de política, gobernanza y ética en la Escuela de Negocios Henley de la Universidad de Reading.


"¿Y quién posee los datos? ¿Quién tiene acceso a ellos? Y, ¿es ético ponerle un chip a la gente como hacemos con las mascotas?", se pregunta.

El resultado, advierte, podría ser "la pérdida de poder de muchos en beneficio de unos pocos".

En el sector religioso también hay opiniones contrarias, desde hace décadas se ha venido hablando de un microchip en la mano o en la frente, en esta última posición del cuerpo, la cabeza, planteada por Elon Musk con el proyecto de neuralink, aunque cabe destacar que es una función un tanto diferente.

En conclusión, cada avance tecnológico es un progreso para la humanidad, antes nos era imposible lograr milagros en la medicina, sin embargo, hoy es mucho más fácil cualquier procedimiento. La pregunta importante es: ¿Está realmente preparada la humanidad para recibir este tipo de tecnología? ¿Aceptaría la comunidad cristiana este avance?

Por favor déjanos saber en los comentarios.

Fuentes: BBC, 11 de abril, 2022.

Euronews, 21 diciembre, 2021

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